Acapulco se llenó de color, música y pasión este jueves con la inauguración de la primera Cumbre del Mariachi, un evento sin precedentes que reunió a más de 20 grupos y artistas en el paradisíaco puerto. El encuentro, que se celebra del 17 al 19 de abril, no solo busca exaltar uno de los géneros más emblemáticos de México, sino también lanzar un mensaje claro: sí a la música mexicana, no a la violencia.
Entre trompetas, trajes de charro y bailes folklóricos, artistas y expertos coincidieron en la importancia de rescatar el mariachi como símbolo de identidad nacional, sobre todo en tiempos en que ciertos géneros musicales han sido criticados por glorificar la violencia.
“No hay nada más mexicano que el mariachi”, dijo con orgullo Cristian Azael Gutiérrez Vega, director del Ballet Folklórico de la Universidad de Colima, quien además recalcó el valor de este tipo de iniciativas para fortalecer la cultura y reactivar la economía creativa del país.
Durante el evento, los asistentes disfrutaron de una explosión de folclor, con músicos y bailarines que mostraron lo mejor de las tradiciones mexicanas. Para Dení García Medina, coordinadora administrativa del mismo ballet, este tipo de proyectos son clave para conectar a las nuevas generaciones con sus raíces. “No debe ser solo música para fiestas; el mariachi es patrimonio cultural y debemos difundirlo como tal”, comentó.
Con el respaldo del Gobierno federal, la Cumbre del Mariachi no solo se convierte en un escaparate musical, sino en una plataforma para impulsar una nueva narrativa: una juventud que canta por la paz, que consume arte con conciencia y que lleva con orgullo su herencia sonora.