La cantante argentina Cazzu (Julieta Cazzuchelli) volvió a demostrar por qué es una de las artistas más versátiles y queridas del momento, al ofrecer dos conciertos completamente agotados en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, como parte de su gira Latinaje.
Durante ambas presentaciones, la artista combinó sus grandes éxitos con temas de su más reciente álbum, pero también se dio el tiempo para rendir homenaje a la música mexicana y a sus figuras femeninas más emblemáticas.
En el primer show, celebrado el 14 de octubre, Cazzu sorprendió al público con una sentida versión de “No me enseñaste”, tema inmortalizado por Thalía, lo que marcó uno de los momentos más nostálgicos de la noche.
Sin embargo, fue en la segunda fecha cuando la “Jefa del Trap” emocionó profundamente al público mexicano al interpretar “Ya lo sé”, clásico de Jenni Rivera. Antes de cantar, la artista confesó su amor por el regional mexicano, asegurando que su conexión con el género “empezó hace diez años y sería eterna… y tendría muchas vueltas”.
Entre aplausos y gritos de emoción, Cazzu presentó el tema diciendo que era una canción “de una mujer con ovarios”, desatando una ovación masiva. Acompañada por músicos en vivo, su interpretación se convirtió en uno de los momentos más potentes de toda la gira.
Los videos del tributo se viralizaron rápidamente en redes sociales, especialmente en TikTok, donde los fanáticos celebraron su respeto hacia Jenni Rivera y su conexión con México. Comentarios como “Ahora la amo más”, “Madre mía, qué momento” y “Ella sabe lo que hace” se repitieron entre miles de usuarios. Algunos incluso propusieron que Cazzu fuera llamada “La Jefa del Regional Mexicano”.
Con este homenaje, Cazzu no solo honró el legado de Jenni Rivera —la eterna Diva de la Banda—, sino que también reafirmó su versatilidad y su deseo de fusionar su esencia urbana con los sonidos del regional mexicano, abriendo así una nueva etapa artística en su carrera.
En cada nota, la cantante dejó claro que su amor por México y su música no es pasajero, sino un lazo que sigue creciendo con cada escenario que pisa.














