El esperado concierto del cantante de regional mexicano Luis R. Conriquez en la Feria Nacional de Rincón de Romos, celebrada el martes 14 de enero, ha desatado una ola de controversia debido a su repertorio lleno de narcocorridos, a pesar de las restricciones impuestas por los gobiernos locales para evitar la apología del delito en eventos públicos. La actuación, que tuvo lugar en la Unidad Deportiva de este municipio, reunió a más de 20,000 personas, pero también generó un intenso debate sobre los límites entre la música y la violencia.
Luis R. Conriquez, reconocido por sus corridos bélicos y tumbados, ofreció un extenso setlist que incluyó temas como «El Gavilán», «El Búho» y «Presidente», todos ellos con letras que aluden al narcotráfico, los lujos asociados al crimen organizado y un estilo de vida peligroso. Estas canciones, que han sido parte integral de su carrera, hicieron eco de figuras del Cártel de Sinaloa y otras organizaciones delictivas.
Antes de la presentación, las autoridades de Aguascalientes, en particular la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP), habían advertido que cualquier canción que hiciera apología del delito sería motivo de suspensión inmediata del evento. No obstante, el concierto continuó sin interrupciones, dejando en evidencia las tensiones entre la promoción de la cultura musical y las políticas de seguridad pública.
El titular de la SSP, Manuel Alonso García, destacó que la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de estas restricciones recaía en los gobiernos municipales, señalando que aunque no existía una ley específica que prohibiera los narcocorridos, el objetivo era evitar que estos temas se normalizaran en eventos masivos. En este caso, la autoridad local del municipio de Rincón de Romos, encabezada por Erick Muro Sánchez, fue quien tuvo la última palabra.
El evento también contó con un despliegue de seguridad sin precedentes, con la participación de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para resguardar tanto a los asistentes como al propio cantante.
La controversia sobre los narcocorridos y su impacto en la sociedad mexicana continúa siendo un tema candente, y el caso de Luis R. Conriquez en la Feria de Rincón de Romos no hace más que poner de relieve las tensiones entre la libertad de expresión artística y la lucha contra la normalización de la violencia en la música popular.