El mundo de la música ranchera está de luto tras el fallecimiento de Rigoberto Alfaro, quien fuera un pilar fundamental del legendario Mariachi Vargas de Tecalitlán. Con 90 años, su partida deja un vacío imposible de llenar en el corazón de la música mexicana. Aunque las causas de su muerte aún no se han dado a conocer, la tristeza embarga a todos quienes lo conocieron y lo admiraron por su talento y dedicación.
La noticia fue confirmada hoy por las redes sociales de la Sociedad de Autores y Compositores de México, quienes expresaron su profundo pesar por la pérdida de este extraordinario guitarrista y arreglista. En su mensaje, destacaron su legado como creador y su valiosa contribución al mariachi, trabajando junto a grandes íconos de la música mexicana como José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel, Lola Beltrán y Vicente Fernández.
«Su legado artístico enaltece el patrimonio de la música popular mexicana como creador, destacado guitarrista del Mariachi Vargas de Tecalitlán y extraordinario arreglista de obras inmortales», escribió la Sociedad, añadiendo un conmovedor «Descanse en paz».
El Mariachi Vargas, agrupación a la que Alfaro dedicó gran parte de su vida, también se unió al lamento colectivo, dedicando un emotivo mensaje en sus redes sociales: “Su legado vive en cada nota y acorde que nos regaló, inspirando generaciones y enalteciendo nuestra cultura. Su contribución será recordada con profundo respeto y cariño. Descanse en paz, querido maestro. Su música seguirá siendo un faro para quienes amamos y respetamos la riqueza de nuestra tradición mexicana”.
Nacido en Jalisco, Alfaro se incorporó al mariachi desde su juventud, convirtiéndose en una pieza clave dentro del Mariachi Vargas. A lo largo de su carrera, acompañó a grandes figuras del regional mexicano como Vicente Fernández, Pepe Aguilar y el propio José Alfredo Jiménez.
Además de su destreza como guitarrista, Rigoberto Alfaro destacó como arreglista, dejando su huella en éxitos como «Si nos dejan», «Urge» y «De qué manera te olvido». Estas composiciones, que siguen siendo himnos de la música ranchera, son testamento de su genialidad y pasión por el mariachi.
La música mexicana pierde a uno de sus más grandes exponentes, pero el legado de Rigoberto Alfaro perdurará por siempre en cada acorde que interpretó. Descanse en paz